Shopping
Algo tengo que encontrar. Algo tengo que llevar a casa. No puedo volver con las manos vacías. Miro a mi alrededor. Todos ya tienen algo en las manos o en sus bolsas. ¿Qué dirán en casa si no les llevo algo? Siempre hay que volver con algo a casa. Y del Shopping siempre te llevas algo. Siempre encontrás algo que no tenías. Porque siempre nos falta algo. Recuerdo los anteojos de sol que me llevé aquel viernes de enero. Hacía calor. Ya estaba anocheciendo y no había encontrado nada interesante para llevar. A mi lado pasaba una señora con una bolsa llena de juguetes. Un poco más allá, un flaco, se iba del Shopping con unos jeans nuevos. Y yo no tenía nada. Revolvía todo pero nada me parecía bueno para llevar. Hasta que de repente el reflejo de uno de los últimos rayos de luz me encandiló. Me tapé con la mano la cara intentando hacer sombra para ver qué hacía reflejar así el sol. Y ahí estaban. Negros. Brillantes. Parecía que me llamaban. Sentí su llamado. Y fuí corriendo a su encuentro. ¡Q...